El dueño del local, Juan Francisco, un fan de El Fary que se hace llamar 'Naranjito Pérez' en sus conciertos y que tiene dos canciones registradas en la SGAE, declara que jamás ha recibido un céntimo de la sociedad recaudatoria del impuesto por la música, es comerciante en una tienda de electrónica que pone la radio para no escuchar el ruido de los coches.
Recientemente ha recibido una carta en la que se le advierte, al más puro estilo mafioso, de que un miembro de la Sociedad ha comprobado que dentro del negocio se escuchan canciones pertenecientes a los artistas que componen la sociedad.
María José Fernández, la mujer de Juan Francisco, no entiende que a un establecimiento que vende pilas y componentes electrónicos lo traten como a un bar.
En una discoteca está claro que se aprovechan de la música para atraer público, pero nosotros tenemos puesta la radio para no escuchar el ruido de los coches.
Lo más curioso es que me han dicho que tampoco puedo tener puesto a Luis del Olmo sin pagar el canon, porque en las cuñas publicitarias usan canciones que también están registradas.
Juan Francisco Naranjo apagará la radio,
Yo no pago por escuchar la radio, mejor la quito, lo que no sé es qué voy a hacer cuando tenga que probar un aparato,y si quiere poder poner las dos canciones suyas registradas y por las que no ha cobrado un duro, tendrá que pagar.
Si no las hubiera registrado ahí, al menos no tendría que pagar a la mafia para escuchar sus propias canciones.
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